23.4.12

Ya tengo 25.


Se me fue la inspiración de escribir que tenía en la mañana. Probablemente este post sea muy parecido al que escribí antes de éste. Y es que yo no tengo más que agradecimientos. Pero son agradecimientos para conmigo misma. Por que como lo he dicho antes, éste camino no ha sido fácil. Pero el día de hoy amo como loca mi vida, hay un chorro de cosas que cambiaría de ella y que es precisamente el camino que he decidido tomar: ése de vivir mi vida con toda la intensidad, de hacerme responsable de la vida que tengo, de tomar las riendas, de luchas por mis sueños, por la persona que soy y ésa en la que me estoy convirtiendo... 

En este momento me siento tan bien sola, después de pasar por la depresión, de enamorarme del pendejo en turno porque siempre es más fácil enamorarse y "estar" con alguien que deprimirse y estar con uno mismo. Total que después de don Pendejo y las miiiil mamadas que me hizo (mamadas que nunca me había hecho nadie como mentirme, plantarme, ignorarme, engañarme...) estuve un tiempo sola. Después conocí y medio salí con alguien que francamente es un gran tipo, pero si algo he aprendido de las relaciones propias y las ajenas es que las relaciones en plan de rebound o para lamerse las heridas, nunca funcionan. Y la verdad es que con Víctor, fui yo la que la cagué (cosa que me sigue pesando un montón). Lo busqué mil veces más porque mi cargo de conciencia era enorme, pero OBVIO he didn't take me back. Quedé como la loquita y francamente no lo culpo: I was. Así anda uno cuando no está bien y yo estaba súper mal (pero me esforcé en decir que estaba "bien"). 
  Víctor ahí sigue, no puedo decir que seamos amigos, porque la verdad es que lo volví a buscar y me dio la ardidez que nomás no quisiera, pero repito, no lo culpo. Y me arde más porque lo encuentro guapísimo, inteligente, con un graaaan corazón y... ¿Ya dije que guapísimo? Eso sí, es muy inmaduro a veces, tiene miedo de muchas cosas y al final probablemente no sea el hombre para mí por esas dos pequeñas pero importantes razones. Pero eso de la ardidez es gacho y luego nos hace estar con gente que o no nos quiere o nos trata mal (como yo con don Pendejo, que estuve ahí pegada como imbécil 4 meses de los cuales sólo 1 mes fue bonito). 
   Por aquellos meses a finales de 2011 jamás creí que volvería a encontrarme y me desesperaba tratando de encontrar el estado que encontré gracias a terapia y gracias a mí después de la muerte de mi abuelo: ese estado de absoluta completitud, de autoconocimiento, de saber qué quiere uno tener dentro de su vida y qué no; un estado de bienestar y por qué no decirlo: de felicidad. A finales de 2011 creí que no volvería a encontrarme. Maru, si mal no recuerdo, me dijo que tenía que ser paciente. Me fui un mes a Playa (todo diciembre) y vivi esos más de 30 días con muchísima paz, sanando cosas que en Pachuca quizás nunca hubieran sanado o que lo hubieran hecho pasando mucho más tiempo, creando nuevos recuerdos, disfrutando del clima del Caribe en invierno, de la arena blanca, del mar turquesa, con personas que me quieren muchísimo y que me han querido así desde que nací. La verdad es que pocas cosas pueden llenarla a una más que ésas. Leí, caminé por la 5ta, sentí el aire de la noche en la cara, miré la vegetación con enorme amor, vi cada árbol que tenía cara de hermoso (como en mi verano 2011 en Sinaloa, donde me dejé impresionar por las montañas y los árboles). Creo que en mi sanación mucho tiene que ver lo verde y quizás por eso le tengo tanto amor a ese color. Dana hace 5 años nada tenía que le llamara la atención en árboles o plantas. De algunos años para acá, encuentro mucha paz en ellos. Pero me perdí en el relato. 
    Tuve miedo de regresar a Pachuca, porque mi regresó estuvo enmarcado por mucho dolor derivado de cosas que tuve que enfrentar en terapia y que había dejado en Stand By. Hubo el choque que la Maru me dijo que no tenía ningún caso. Ay, pinche Maru, cuánta razón. Enero fue un mes difícil. 
    Desde febrero tengo un trabajo que me gusta mucho. Ojo, no es `perfecto, pero después de un año de inactividad, de repente encontrar algo que sí me gusta, fue como agradecer al universo y a mi propia labor de Relaciones Públicas derivada de mi constante fiestear con las personas indicadas (jajajá). He descubierto que quiero hacer publicidad algunos años de mi vida y que lo que yo verdaderamente quiero hacer es escribir. Como cuando fui maestra de inglés y me encantó. Esto me encanta y lo voy a hacer por algún timepo. Pero lo que yo amo (Así, del verbo amar) es plasmar cosas en papel (bah, o en un monitor, aunque pierda el romanticismo). 
   Básicamente hoy soy una mujer ocupadísima que agradece cada una de las decisiones que la han traído hasta donde está hoy (don Pendejo included. ¿Ya notaron que lo odio? jajajá), agradezco la muerte de mi tío, mi abuelo y mi abuela en un lapso tan corto, los extraño CADA puto día y últimamente extraño como loca cuando me doy cuenta que podría estar en Tlahue, entrar por la puerta de madera, quitarme los zapatos, sentir las baldosas frías debajo de los pies, correr a la cocina y probar lo que mi abuela hiciera ese día, besas sus cachetitos sueves y encremados, sentarme a ver la TV con ella, subir a ver a mi abuelo y tener una de esas pláticas tranquilas que teníamos. Los extraño como puta loca. Pero esto es lo que hay y tengo que ser feliz con esto y con mis recuerdos. Agradezco sus muertes porque hoy soy una mujer de aprecia momentos importantes, que ama mucho más intensamente, que valora lo que en verdad vale. Fui such a spoiled girl while growing up. Such a brat. Y me faltó taaantooo amor que me vinieron a dar no mis papás sino mis abuelos. Y los perdí a ellos y al perderlos tuve que encontrar el amor que nadie más me iba a dar. Uf. 

   2012. Dije que no iba a esperar nada de este año. Y así fue. Hoy sé muchas más cosas de mí que el año pasado o el anterior a ése. En el amor comprendí que siempre escojo a hombres que no voy a amar porque cuando me "enamoro" es cuando estoy emocionalmente mal, cuando no quiero estar sola  y no estar sola no es razón suficiente para una mujer como yo para estar con alguien. Han sido malas decisiones, sí, pero... son mías. Hoy estoy tan bien sola. Taaaaan bien. Y así, señores, es como se encuentra la verdadera paz interior. ¿Tengo miedo de volver a enamorarme? Mucho. Me da miedo volver a sufrir, pero creo que estoy tan bien ahora, me conozco mucho mejor, sé qué quiero, que... confío en que tomaré mejores decisiones. 
   En esta parte de mi historia hay pequeñas historias de hombres que se me han cruzado en el camino, pero que la verdad ni vale la pena mencionar. Yo solita ¡SOLITA! he repelido a los desequilibrados. ¿Para qué quiere uno a un desequilibrado cuando anda bien? Ni bajo síndrome de buena samaritana, en serio. Been there. 
  En fin. Maldito círculo de bienestar. Te extrañé un montón. ¡Gracias, Dana!