Si cada día se viviera algo distinto,
algo diferente, algo inimaginable,
si no vivieramos sobre un espejo rutinario,
sobre un cristal que se refleja de la sombra de otro,
si las plantas nacieran al revés,
si las raices miraran al cielo...
Y si pasaramos entre las nubes,
y alcanzáramos las estrellas,
si tocaramos el viento;
y si viéramos un suspiro.
Si el andar en la oscuridad fuese la luz,
y si en vez de morir soñáramos...
Si el mar se escondiera bajo la arena,
y pudieramos tocar al amor,
describir un color:
Creo que entonces podríamos volar...
Y si volaramos,
sé que pensaríamos como sería caminar...