15.12.12

La maestra Feli

Hoy encontré  a la maestra Feli en Internet. Fue mi profesora de 2do de Primaria y de algunas clases en la secundaria. La amaba mucho. Era dura, inteligente, regañona. Pero no sé... mi niña de  7 y 12 años me dice a mis 25 que fue una de las grandes mujeres que influenció en mi infancia.

Entre pasillos era motivo de cotilleo entre nosotros los alumnos porque era de las maestras de más de 30 solteras junto con la Maestra Bibi, la de inglés y otras. Decíamos que era la maldición de la escuela y siempre sospeché que ella sabía de esos cotilleos y los odiaba. En algún punto entre mi salir de la secundaria la mestra Feli desapareció. Se decía -porque en ninguna época de la vida los adultos han considerado en explicarle las cosas a los niños- que se había ido a USA en un programa de profesores. Que estaría unos meses allá y después regresaría. Nunca regresó. Durante meses (quizá años) la busqué infructuosamente en Facebook sin encontrarla. Hasta hoy.

Seguramente ella recordará mejor que yo algunas cosas que sucedieron mientras ella era mi profesora. Intento recordar detalles, pero la verdad es que recuerdo muy pocos: recuerdo que era mi profesora de química en la secundaria, que era magnífica profesora porque a pocos profesores les entendía como a ella. Que era durísima. Que imponía no sólo a alumnos, sino también a profesores. En algún punto en mi crecimiento volvía a ella, a recordar. Siempre ha sido un recuerdo cálido. Entendí que era soltera, por ejemplo, precisamente porque era una mujer muy inteligente y muy independiente y en México, en un pueblito como Atotonilco jamás iba a encontrar a alguien para ella. Para mí, ella se merecía un tipazo que la igualara en cualidades.

Hoy que la encontré en Facebook conocí a su marido, un gringo altísimo y sonriente. La abraza, le dice cosas maravillosas en los comentarios de las fotos. Los vi en partidos de Hockey, haciendo voluntariado, andando en bici por Wisconsin, viajando a México, haciendo comida mexicana, abrazados... La vi feliz. Y yo también me sentí muy feliz por ella.

Tengo esperanza, you see? Y me faltan chingos de cosas por hacer.