4.11.14

Ya perdí la cuenta

Ya perdí la cuenta de cuántos hombres como mi papá me han tocado en la vida. 

La historia va más o menos así y tiene siempre sus variaciones. 

Hombre me conoce, le gusto, me lo dice. Salimos. Usa frases como "me encantas", "me encanta cómo eres", "eres una súper mujer", "eres súper inteligente, contigo nunca me aburro", "te admiro mucho". 

Sin ser pedante creo que soy una gran mujer y que sí, no soy como muchas mujeres. Soy activista, nunca me quedo callada, tengo opiniones muy fuertes, soy líder, tengo iniciativa, raramente tengo miedo, soy muy fuerte. 

Acto seguido, me la creo. Y me gusta. Me gusta porque siempre he soñado con la relación donde admiro y me admiran, donde es mutuo. 

Luego, la cosa empieza a cambiar. Puede ser desde que el dude se burle, hasta que me quiera reprimir o callar. Allí es cuando me doy cuenta que no está chido y corto por lo sano. Qué bueno. Aunque también me he enganchado. De hecho, la relación más horrible que tuve, fue con un wey así y no supe verlo porque estaba pasando por una muy mala época de mi vida. 

El pedo es que esta situación no se limita a weyes con los que he salido, sino también incluye a amigos y a mi papá. Y no soy yo en realidad. Es el machismo imperante en este país y ser blanco por ser la clase de mujer que soy. 

Va desde burlas, hasta ridiculización. Si difiero es porque soy "pedera" o porque soy una "vieja loca que de todo se pelea". Que por intensa "ay Dana, tan intensa como siempre" (y me lo dice en tono algoestámalcontigo). En fin. 


Señores... Váyanse mucho a la verga. 

24.9.14

Escribo porque da tregua

Fui cobarde. 

Fui cobarde porque tuve miedo. 

Tuve miedo porque me lastimaron. 

Me lastimaron porque fui rechazada. 

Fui rechazada porque yo no era lo que él buscaba 

No era lo que él buscaba porque es un wey con muchos pedos, un enfermo, un violento, un loco. 

Está bien. Yo tampoco quería un wey así. 

Pero tengo miedo. Miedo de ser cobarde. Miedo de tener miedo. Miedo de que me lastimen. Miedo de que me mientan. Miedo de estar con un wey así. Miedo de volver a caer. Miedo de que me duela. 

No sé cómo quitármelo. 

Tengo 4 años sin enamorarme. He decidido que ya nunca más haré nada por nadie a menos que esa persona haga algo por mí. 

Lo siento. Tengo miedo. Y hasta que vuelva a ser valiente, ésta es mi decisión. 

2.9.14

De agresividad y regaños

Si la Dana de 2010 hubiera conocido a la Dana de hoy no se lo habría creído. Mucho menos la de 2009 o la de 2008 o la de 2007... Jamás creí que mi intensidad para las cosas terminaría volcada en hacer activismo pro peatones. Jamás. 

Recuerdo muy bien mi impotencia y mi llanto, desde niña y hasta adolescente por ser muy distinta a mis papás o a mis hermanos. Recuerdo la intensidad feroz dentro mío, incontenible, inevitable, como fuego quemándome en el vientre cada vez que peleaba con mi papá, cada vez que me prometía a mi misma en medio de lágrimas y mocos que algún día les probaría de qué estaba hecha, que algún día voltearía atrás para decirles que se habían equivocado conmigo. Recuerdo ese fuego claramente, muy claramente. Entonces no sabía que me convertiría en activista, ni siquiera sabía en qué o cómo. Yo sólo sabía que terminaría haciendo algo que mantuviera el fuego adentro mío consumiéndose fuertemente. 

Tampoco la Dana de la prepa se lo hubiera imaginado. Ella era fiestera, borracha, incomprendida, estaba confundida en medio del divorcio de sus padres y quería entrar en el mundo Tulense ridículo de lo que está "bien" y lo que está "mal".

 La Dana que quiso ser abogada casi acaba conmigo. Estuve en el camino de estudiar derecho gracias a mi mamá y a querer salir de casa, con la única idea de terminar la carrera pAra convertirme en ama de casa. 

Después estuve absorta en el trabajo y en una relación que casi me hacen convertirme en la Señora Dana. 

Luego vino el 132 y todo cambió. Después de eso: un montón de reflexiones. De lo ingenuos que habíamos sido y de todos los errores que cometimos. Pero las cartas ya estaban sobre la mesa: por primera vez desde mi infancia y mi pubertad volví a sentir ese fuego en las entrañas. Luego me fui a Europa, donde pasé 6 meses pensando en cómo haría para sentir ese fuego siempre, para poder encauzarlo y trabajarlo y llevarlo a buen puerto. Generar algo con esa parte de mí que nunca antes había podido encauzar. 

No sé cómo la movilidad y los peatones llegaron a mi vida. Intento recordar el momento en que empezó y no logro entenderlo. Algo tendrían que ver mis 6 meses de peatón en República Checa, Paco Deimos, Roxana Montealegre y un montón de switches que se prendieron a mi regreso a México. 

Pocas cosas en mi vida me han hecho sentir la satisfacción que siento con mi activismo, saber que he cambiado formas de pensar alrededor mío y que genero reflexiones en los demás a partir de las cosas que ahora sé. Que es transmisión de conocimiento y generación de conciencia, que es pelear y lugar y exigir a los gobiernos, que es dialogar para generar política pública. He conocido gente maravillosa en el camino. Gente como yo en muchos rincones del país. Hemos generado una red nacional y apenas vamos empezando. 

Mi camino en el tema apenas va tomando forma y parece que su destino es profesionalizarme.

Hoy me dijeron que soy agresiva y regañona en el tema. Habrá veces en que lo he sido, sin duda. Pero, tristemente creo que es más lo fuerte del paradigma del coche, que cualquier cosa que pudiera yo decir. Gracias al conocimiento que hoy tengo en el tema, puedo decir que hablo más con argumentos, que con el estómago y que el tiempo terminará por darnos la razón a pesar de toda la reticencia de los que hoy se molestan. 

Creo también que a veces se tiene que ser frontal y directo para hablar de estos temas y de los errores que en nuestras ciudades hemos cometido en aras del supuesto progreso que trajo el automóvil. Tengo montones de ciudades como ejemplo para probarlo. 

No imagino un Martín Luther King diciendo "ay chale, es que hay que ser lindo y amable con los blancos para que entiendan". Algunos pensarán que la comparación es ridícula y de nuevo se equivocan: estamos hablando de derechos de personas que están siendo pisoteados por una minoría que simplemente tiene mejores oportunidades y más dinero. Parecido a la lucha racial de MLK. 

En fin. Cierro este texto con la tranquilidad de que lo que decimos y auqello por lo que luchamos sucederá, con o sin nosotros, con o sin "regaños" y "agresividades" (sentimiento de los cochistas), no por mí o por mis companeros, sino porque es una tendencia mundial que sólo busca que vivamos mejor. 

Qué cosas. Esos que se sienten ofendidos se las dan de grandes seres humanos y se molestan como un tema que pone sobre la mesa las externalidades del uso del auto y que sólo pretenden vivir en mejores ciudades y que nuestros hijos tengan una mayor calidad de vida. 

Qué les aproveche, mis incoherentes egoístas cochistas. 

Pasará. 

24.7.14

Puedo estar sola

Soy una mujer que puede estar sola. No me da pavor estar conmigo misma. Me quiero un montón.

Este es un post feliz.

Hoy sé decir NO a las relaciones esas que son un estira y afloje de luchas de poder con weyes que no saben lo que quieren, que les gusta el conflicto, que arman dramas.

Cada vez sé mejor qué es lo que quiero al lado. Y no eres tú ni tú ni tú.

Ya llegará. O no.

Igual no importa. Estoy feliz con lo que tengo y lo que soy, al fin que soy yo la que va a pasar el resto de su vida consigo misma.

6.2.14

Futuro

Que soy joven, que tengo toda la vida por delante, que nada me ata, que soy libre, que tengo miedo pero sólo el suficiente para estar del otro lado y voltear atrás y enorgullecerme, que a mis ojos aún les falta montones de cosas por ver, que me sobro y me basto, que soy inteligente, que brillo, que inspiro, que puedo, que quiero, que soy. 


Me voy. 2014. Me voy.