30.6.15

Soñé contigo y estabas ahí.

Es curioso cómo solo duermo bien cuando duermo contigo. Siento una total paz. Eso no pasaba al principio, ¿sabes? Al contrario: me molestaba mucho dormir contigo. Me daba calor o me quitabas las cobijas, o te las quitaba yo a ti o te quería abrazar y era incómodo. 

Últimamente solo siento paz cuando duermo contigo. En un giro inesperado y medio enfermo de la historia: me da ansiedad en las noches si no estás. Sé que el tiempo me quitará la ansiedad y que aprenderé a vivir con tu ausencia. Así es y así será porque así lo hemos decidido. 

El viernes dormimos juntos de nuevo, como dormimos siempre que nos vemos. Fuimos a dormir después de una gran pelea y después de una cena que yo necesitaba porque no había comido. La tarde estuvo llena de lagrimas, de gritos, de dolor, de adioses, de odio y de yo en medio de un ataque de ansiedad donde tuve que salir corriendo. 

Pero pasó lo que siempre nos pasa a ti y a mí: todo lo podemos hablar y resolver. Como siempre: resolvimos, aceptamos, perdonamos. No nos gusta pelear y mucho menos ir a dormir enojados. 

Estabas al lado mío. Roncabas o me abrazabas o me ponías los pies encima como unas pinzas. Siempre que roncas te nuevo y te digo "estás roncando" y me dices "ay, perdón" y  a veces lo acompañas con un beso. 

Soñé que me abrazabas. Desperté y estabas ahí y sí: me abrazabas. 

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